El otro día recordaba el show de Coco Legrand en el último Festival de Viña del Mar, y se me vino a la memoria una acotación que hizo sobre los cuentos infantiles y la violencia contenida en ellos.
Es impresionante si nos ponemos, ni siquiera a analizar, sino a prestar atención a las letras y el contenido de las canciones que casi todos cantamos alguna vez en nuestra infancia. Tomo el ejemplo clásico, el del Perro Judío...
EL PERRO JUDIO
¿Cuántos panes hay en el horno?
25 y un quema'o
¿Quién los quemó? El perro judío
Arráncate perro que allá voy yo, ron ron
eso te pasa por aturdí'o, ron ron.
O sea, para que siquiera ponernos a pensar en sus implicancias, donde los niños asumen la condición de "perro", o de bajeza a una determinada religión que, nos guste o no, están en todo su derecho de creer lo que se les venga en gana. Aunque claro, el ejemplo citado por Coco Legrand fue el cuento de la Caperucita Roja, el cual bajo interpretaciones implica la Menarquia de la mujer [el lobo la quita del camino que su madre había predispuesto para llegar a su meta, ella sigue este nuevo camino, pierde el rumbo, y porsupuesto su meta. Y siendo que en el final real del mismo cuento, no llega ningún leñador a rescatar a Caperucita y su abuelita, la cosa nos queda absolutamente clara].
Claro, y si vemos que Perrault es también un escritor de cuetos para adultos, no creo que haya mucho más que decir sobre este cuento en especial. Así también tenemos clásicos como Alicia en el País de las Maravillas, donde la interpretación clásica del cuento nos habla de una niña que esta descubriendo lo que es el sexo.
Ahora bien, hay una canción en especial que siempre me ha maravillado por su crudísimo contenido original: Alicia va en el Coche.
En coche va una niña, carolín, (bis)
hija de un capitán, carolín cacao leo lao. (bis)
¡Qué hermoso pelo tiene; carolín! (bis)
¿Quién se lo peinará? carolín cacao leo lao. (bis)
Lo peinará su tía, carolín, (bis)
con mucha suavidad, carolín cacao leo lao. (bis)
Con peinecito de oro, carolín, (bis)
y horquillas de cristal, carolín cacao leo lao. (bis)
Alicia cayó enferma, carolín (bis)
Quizá se sanará, carolín cacao leo lao. (bis)
Alicia ya está muerta, carolín. (bis)
La llevan a enterrar, carolín cacao leo lao. (bis)
Alicia va en el coche, carolín (bis)
Con techo de cristal, carolín cacao leo lao (bis)
Con varios oficiales, carolín, (bis)
y un cura sacristán, carolín cacao leo lao. (bis)
Encima de la tumba, carolín, (bis)
un pajarillo va, carolín cacao leo lao. (bis)
Cantando el pío, pío, (bis)
y el pío, pío, pa, (bis)
Esta viene a ser una versión más o menos completa de la canción original [falta la parte donde ella sale a jugar, y se contagia con Tuberculosis].... creo que ni siquiera tengo que hacer alguna alusión a esta obra en particular, la letra es bastante explícita en su contenido.
Ahora, si nos ponemos a pensar en la edad de los pequeños a los cuales se les enseñan este tipo de canciones, no debemos temer que afecten su futuro o la forma de ver el mundo, puesto que su capacidad de interpretación no está aun por completo desarrollada, pero no podemos ser tan ingenuos tampoco de pensar de que todo lo que escuchan a esa edad es absolutamente compatible con los Barneys o Telletubies que ven en televisión....
Este es nuestro Chile, y por lo demás nuestra Latinoamérica. Quizás podríamos empezar a contemplar inventar nuevas canciciones que les dejen un poco más que un rato de entretención... o podemos seguir las enseñanzas de nuestros abuelos, que tan mal no nos ha dejado...
Es difícil saber que es lo que les llega a esa edad a los niños. Claramente hay trabajo que hacer, pues lo que hay ahora en cuanto a "entretención eductaiva" es un fiasco. Barney? Bob el constructor?? Plaza Sésamo les daba mil pataas.
Yo soy árabe y debod ecir que lod el perro judío es terrible. De una bajeza y un racismo inexplicable en un canto pa niños.
Saludos